sábado, 12 de junio de 2010

ESPIRITUS

Éstos admiten, pues, la inmortalidad del alma, pero con pérdida de la personalidad; estiman que la vida embrionaria es una etapa de nuestra existencia de ser inmortal, luego la inmortalidad del alma pierde para nosotros la mayor parte de su interés, si es que nuestra consciencia y el recuerdo de lo que nuestra consciencia y el recuerdo de lo que aquí hemos sido desaparecen al exhalar el último suspiro.

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